Monday, November 17, 2008

Inmigracion, integracion y encuentro cultural


INMIGRACIÓN, INTEGRACIÓN Y ENCUENTRO CULTURAL
Dr. Humberto Ramos Sánchez
Periodista. Coordinador Red Democrática-Madrid

Elemento fundamental para entender algunos de los mas graves problemas sociales del mundo de hoy, es el desarrollo demográfico que ofrece un desplazamiento de la población mundial, hacia los países más pobres o menos desarrollados. Ello nos lleva al contraste entre países jóvenes, de amplia población y países envejecidos en proceso descendente o con un mínimo aumento que no cubre sus necesidades de mantenimiento y desarrollo. Lo curioso es que el mundo del estado de bienestar es el que envejece y el mundo en proceso de desarrollo es el que aumenta de población de forma incontenible. Esto conduce a la "extraña paradoja de que el sur no tiene los medios económicos para su crecimiento demográfico y el norte no tiene los medios demográficos para su crecimiento económico".

Concretamente España, según las naciones Unidas, dentro de 50 años será el país mas viejo del mundo con un 37 por ciento de población mayor de 65 años frente al 17 por ciento existente y la población actual se habrá reducido a 30 millones de habitantes. De esto se deduce que "España necesita inmigrantes y los necesita porque sino vienen, dentro de muy poco, solo 6 de cada 10 ciudadanos estarán en condiciones de contribuir a atender las necesidades económicas de los otros cuatro" (García-Hoz, 2000). Como consecuencia de esta circunstancia Naciones Unidas estima que España necesitará 12 millones de inmigrantes hasta el año 2.050 para poder mantener el desarrollo actual y poder hacer frente al cada vez más alto gasto de las pensiones.

De acuerdo con el profesor Barea (2000) las cifras que se barajan son exagerados pero sostiene según su estimación "los inmigrantes necesarios para que España conserve, en el 2.050, la capacidad productiva existente en la actualidad, da como resultado que sería necesaria una entrada de solo 5 millones de inmigrantes en igual periodo, en el supuesto de que la tasa de actividad española aumente paulatinamente como ha ocurrido en los últimos 10 años" (Barea, 2000).

Esta es la tónica general de Europa cuya población, en los próximos cincuenta años, va descender en todos los países de la Unión Europea, salvo en Francia que se mantendrá con un ligerísimo aumento (de 59.683.000 ahora a 59.883.000 en el año 2050) Las cifras son muy significativas y los descensos más llamativos en números redondos son los de España que pasará de 39 millones a 30, Alemania de 82 a 73, Italia de 57 millones a 41, Grecia de 10 a 8 millones y Reino Unido de 58 a 56 millones.

Estas cifras descendentes se cumplimentan en el efecto de envejecimiento de la población, por la mayor expectativa de vida, de forma que el mínimo de personas, mayores de sesenta años, en la Unión Europea pasará de 76 millones en 1995 a 113 millones en el 2025. Durante el mismo periodo el número de jóvenes menores de 20 años disminuirá en 9,5 millones, paralelamente, en el mercado laboral habrá un descenso de 9 millones de trabajadores entre 20 a 30 años.
Estas cifras trasladan a toda Europa el ejemplo español que señalamos anteriormente. Si Europa quiere mantener su ritmo de crecimiento y con ello el actual bienestar, necesita de los inmigrantes necesarias y perentoriamente. Ya, en el momento actual, si no fuera por la inmigración el crecimiento demográfico sería negativo en la mayoría de los países y muy especialmente en Alemania, Italia y Suecia. El alto números de trabajadores y refugiados extranjeros llegados a Alemania e Italia facilita que puedan mantener un mínimo de población sensiblemente alto: En Alemania el crecimiento de su población total ha sido del 1,4 por mil, mientras que su población natural desciende un 0,9 por mil (77.000 personas) al año; por su parte, Italia su disminución de la población natural es del 0,8 por mil, mientras que ha tenido una tasa de crecimiento del 1,5 por mil, gracias a que el aumento de la inmigración ha sido de un 2,3.
En definitiva, la inmigración se presenta en el factor salvador en el presente y más en el futuro de la Unión Europea, pudiendo calcular que el aumento de inmigrantes hasta 2050, rondaría los cien millones.

Durante 1999, la inmigración en la Unión Europea ha aumentado en 717.000 personas. Sea cual sea, mas o menos, la cifra de inmigrantes es evidente que la cantidad nos presenta la magnitud del problema migratorio y de la inmigración en Europa y, lógicamente exige una regulación abierta, pero planificando y teniendo en cuenta los problemas, de toda índole, que presenta, no pudiendo dejar al asar o, al día a día, tan ardua cuestión.

Si volvemos a España, que ha de recibir de cinco a doce millones de inmigrantes, en los próximos años, en opinión de diferentes entendidos, es indudable que el interés por aquellas personas provenientes de Iberoamérica, es natural y consonante, pues la identidad es históricamente patente. España y Portugal deben abrir sus puertas a los naturales de aquellos países americanos, cuya venida no representa mas que el retorno a Europa, en justa reciprocidad, a los portugueses, españoles y de otros países europeos que fueron hacia América durante siglos.
Este seria el panorama que se nos presenta en Europa en los próximos años y una visión desde el receptor de la demanda.

Empadronamiento del inmigrante

Veamos pues, el problema de forma más concreta de lo que viene sucediendo en España.
En los primeros meses de este año ha alcanzado un incremento notable de inmigrantes debido a la puesta en marcha de la nueva Ley de Extranjería que entró en vigor a partir del 23 de enero. Esta norma, concede nuevos derechos a los extranjeros que se encuentran en calidad de irregulares, como es el derecho a los servicios sanitarios públicos. Pero exige estar censados, de allí que se hallan disparado los empadronamientos en los diferentes municipios de las grandes capitales de Madrid, Barcelona y Valencia. Gracias a ello se tiene un mayor registro y se sabe por ejemplo que la colonia ecuatoriana es la más numerosa.

En Madrid, de los 220,000 extranjeros empadronados un sesenta por ciento procede de América Central y del Sur, en especial Ecuador, Colombia y Perú. De acuerdo con el Departamento de Estadística del Ayuntamiento de Madrid, hay 14,000 peruanos censados. Pero no nos engañemos por las cifras. Según el Consulado Peruano de Madrid hasta el año pasado éramos unos 34.000 inscritos, sin embargo el número real no es posible ponderar por diferentes factores como pueden ser: niños que recientemente hayan nacido y no han sido inscritos. Peruanos residentes que no han realizado su inscripción consular, fallecimientos, irregulares etc.

Comunidad peruana en Madrid

En la década de los 90 es cuando se produce el mayor incremento de la colonia peruana debido a la gran crisis económica que padecía el país. Sin embargo esta se freno notoriamente en febrero de 92, debido a la torpeza el gobierno peruano de aquel entonces al exigir visado a todo español que ingresara al país. Esta actitud de represalia fue motivada por un incidente sucedido en el aeropuerto de Barajas de Madrid en el que se deportó a 24 peruanos indocumentados. Este hecho perjudicó seriamente a los peruanos, puesto que de acuerdo a los convenios internacionales se aplica la reciprocidad. Es decir que a partir 15 de febrero todo peruano tiene que tener un visado para ingresar a España.

A pesar de estas circunstancias emigrar significaba una gran oportunidad, una esperanza y España, la madre patria, por razones claramente históricas todavía se la denomina, era uno de los países que más expectativas generaban. Para la mayoría de los peruanos ha resultado ser muy satisfactorio, y hoy encontramos a tantos peruanos integrados en la sociedad española perfectamente establecidos y con una seguridad económica familiar.

Se instalaron en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia. Ha significado un esfuerzo el adaptarse, aceptar unas nuevas costumbres, un modus vivendi diferente al que se dejó atrás. En otros casos han experimentado la soledad, el recuerdo de los seres queridos también constituyó un factor de sacrificio en esta aventura. También han comprendido que el grado profesional prácticamente no cuenta al momento de buscar trabajo. Es de destacar que el nivel de formación de nuestros compatriotas ha sido mayormente medio o alto, según un estudio de investigación de la Asociación Ari-Perú.

El peruano, como otros inmigrantes experimentan otra realidad existe trabajo de mano de otra barata y se emplean como peones, empleadas del hogar, carteros comerciales, dependientes, camareros..., hoy, algunos mantienen sus ocupaciones y puestos de trabajo originales con sueldos más o menos favorables, otros reunieron un capital y abrieron su propio negocio: restaurantes peruanos, locutorios públicos, agencias de viajes, etc. El mercado laboral español aún sigue abriendo sus puertas y todavía las expectativas son muchas.

La década de los 90 pues, trajo a España un importante número de peruanos de un notable nivel cultural y ocupacional, sin embargo, no dejaba de tratarse de una inmigración laboral que llevó a muchos profesionales a realizar actividades que con frecuencia quedaban lejos de su originaria formación. En la actualidad, el colectivo peruano figura entre los primeros ‘inmigrantes económicos’.

En menor proporción existe otro tipo de inmigración aquella de los peruanos que vinieron para terminar o ampliar sus estudios. Este grupo encontró los mismos problemas que todos los anteriores, incluso más aún si tenemos en cuenta que este sector de la comunidad peruana debe compaginar estudios y trabajo.

El peruano ha logrado hacerse con un espacio en muchos sectores de la sociedad española. Sin embargo, no ha dejado de alejarse de un cierto estereotipo debido a algunas de sus apreciaciones, actitudes u opiniones enquistadas. Muchos trabajadores se muestran lentos hasta que se adaptan al tipo de trabajo. La responsabilidad es una de las cualidades que contrasta con el salero y el criollismo a veces poco entendido o mal llevado llegando a confundirse la picardía con la viveza. De otra parte, no es difícil que muchos miembros de la comunidad peruana mantengan una modalidad del lenguaje muy cerrada, propia de aquel barrio que dejaron en Lima y mantengan costumbres que contrastan con el vivir en España de sus ciudades de acogida
La integración es una simbiosis. La adaptación e integración pasa por diferentes etapas en las cuales nuestra psicología personal se manifiesta, bien en la adopción de algunos cambios, bien cerrándose en un entorno reducido de nuestra propia comunidad. Indudablemente, esta situación fluctúa también con el transcurrir del tiempo que nos permite la mayor integración.

Y no podemos hablar de ello sin tener en cuenta una serie de factores: valores, estereotipos, convivencia, connivencia, etc. Todo ello queda vitalmente ligado a la integración, una integración que no atañe solamente a la persona que se integra sino que también concierne a la colectividad o sociedad que la acoge y acepta. Una integración vista solamente desde el inmigrante o de la sociedad receptora es un fiasco. Para la sociedad receptora, significa ampliar el abanico de sus marcos de referencia, determinando en buena medida la propia personalidad de esa sociedad. En este sentido, la integración del latinoamericano y más concretamente la del peruano tiene una baza muy importante a su favor que es el factor histórico, los lazos comunes entre ambos países, las raíces constituyen un factor que contribuye notablemente a este proceso de compenetración y de adaptación.

Madrid, es la capital española con mayor índice de inmigración peruana que se concretan mayoritariamente en los distritos de la zona centro (El País, 14-07-2000). Esto ha motivado el incremento notable de asociaciones, agrupaciones, ONGs - algunas de ellas ya existían hace varios años pero en la actualidad han desarrollado un mayor dinamismo. Existen unas 13 organizaciones. Y se intenta mantener algunas tradiciones con la del 28 de julio, día de nuestra independencia y la otra festividad de carácter religioso, del 18 de octubre, cuando varias hermandades llevan en procesión al Señor de los Milagros en barrios como Pueblo Nuevo. Otras actividades que se realizan son, competiciones deportivas, fiestas regionales. entre otras.

Aunque la comunidad peruana ha logrado tener su espacio en la sociedad, sin embargo, persiste cierta actitud endogámica. En este sentido, se debería potenciar una visión más abierta de cara a la sociedad española, en esta nueva proyección instituciones más oficiales como el consulado peruano estaría en condiciones de propiciar diversos mecanismos donde confluyan la presencia peruana y española.

Representaciones políticas.

La comunidad peruana tiene dos principales representaciones políticas que estuvieron en contienda en la segunda vuelta, como son el partido aprista, denominado como célula aprista de Madrid y el partido de Perú Posible. Existen otras formaciones de izquierda pero están en proceso de desaparición. La existencia de estas formaciones políticas, ha logrado que los peruanos se agrupen y reagrupen. Y así lo hemos podido comprobar el pasado año. En Madrid se realizaron diferentes concentraciones de protesta contra la marcha del proceso electoral fraudulento en el que Alberto Fujimori se volvía a lanzar como candidato presidencial. Otro evento fue el notable apoyo a la marcha de los Cuatro Suyos, manifestaciones en Embajada Peruana contra Fujimori. Las respuestas a todas aquellas convocatorias reflejan el nivel de información que tienen los peruanos de todo cuanto acontece en país. Esto ha contribuido notablemente los diarios nacionales españoles como el ABC, El Mundo o El País, así también diarios de la comunidad peruana como Peruanos.es y Noticias peruanas.

Consulado Peruano.

El consulado peruano desde el año pasado ha logrado un notable cambio de imagen. Su compromiso con los conciudadanos ha ido en ascenso. Esto ha sido notorio en las recientes elecciones. Ha prestado su apoyo total para que el proceso electoral se desarrollara dentro los cánones pertinentes. Su administración y servicio viene siendo más eficaz. Pero ese compromiso debe manifestarse en un proyecto más amplio como la Promoción Cultural y de la imagen, un proyecto que en vida el Cónsul Don Ricardo Oré había puesto mucha ilusión. El objetivo sería difundir e incentivar la cultura peruana en la comunidad de Madrid entre los diversos grupos, asociaciones de peruanos y españoles que reivindican la identidad peruana con el intercambio cultural. Dentro de esta línea se promocionaría la imagen del país a través del turismo y el comercio, potenciando las relaciones bilaterales. (19-10-01)

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