Monday, November 17, 2008

El doble rol de la emigracion peruana. Miguel Dominguez Torrejon.

El doble rol de la emigración peruana .
(*) Miguel Dominguez Torrejon.

(RED/BARCELONA)

EL DOBLE ROL DE LA EMIGRACIÓN PERUANA

Poco o nada se sabe, o adrede se ha mantenido desinformado, de la suerte de más de dos millones de peruanos que viven fuera del territorio patrio. La propuesta de la promulgación de la "Ley del retorno", hecha por el presidente Toledo y de poner el avión presidencial a disposición de todo peruano que tenga quince años de residencia fuera del Perú, ha venido generando inquietud en la colonia peruana, más que todo porque la euforia, el desconocimiento del problema y el imperativo de esta posible medida, no son las mejores consejeras para resolver este complejo problema, más aún cuando no se habla de un "programa de retorno" como se debería, en donde la planificación racionalizada sea un factor decisivo que lleve a buen puerto y contribuya con los objetivos nacionales si es que los hubiere.

Reconocer que un importante sector de la población peruana se ha visto forzada a realizar éxodos masivos, como consecuencia de los gravísimos desajustes de carácter económico, social y político de los gobiernos de Alan García y Fujimori sucesivamente, tanto dentro del país, como hacia el exterior, es ya un avance. Estos desplazamientos por su naturaleza espontánea, desordenada y de efecto llamada, han generando principalmente en el interior de nuestro país, urbes superpobladas como: Lima, Arequipa o Trujillo, teniendo como resultado el crecimiento caótico de las mismas en donde la marginalidad, insalubridad, pobreza, etc., son los signos evidentes de que algo muy malo ha pasado en nuestro país. Esta movilidad interna de la población, por fatalidad ha llevado la peor parte, más de la mitad de la población peruana supervive bajo mínimos ante la ausencia de propuestas programáticas y una clase dirigente confiable que las lleve a la práctica. La emigración que ha podido cruzar la frontera y sin más apoyo que el de sus escasos recursos ha tenido mejor suerte, este contingente que está diseminado por los cinco continentes, para subsistir ha tenido que trabajar; aquí es donde empieza a funcionar el doble rol que tiene que realizar en adelante: uno con respecto al país de acogida y otro con el país de origen. Al trabajar los peruanos pagan sus impuestos, cotizan a la seguridad social, crea puestos de trabajo, brinda servicios y enriquece la diversidad cultural de la sociedad de acogida, a cambio de disponer d ella: seguridad social garantizada, educación gratuita y posibilidades culturales que corresponden a un país que ha alcanzado su desarrollo. Pero allí no termina la contribución del emigrante peruano y es aquí donde debemos puntualizar sobre el rol importante que viene realizando la diáspora peruana para con el Perú, que hasta hoy no se ha querido tomar en cuenta.

Existen hasta cuatro vías contributivas por la que los peruanos desde el exterior aportan a la economía nacional:

Primera – Ayudas que llegan a Perú, canalizadas por ONG’s, colegios profesionales, organizaciones sociales, etc., que se materializan en postas médicas, construcción de colegios, bibliotecas, guarderías, apadrinamientos, etc. Esto es difícil de cuantificar por el carácter voluntario de su accionar.

Segunda- Se ha potenciado la exportación de productos peruanos no-tradicionales, principalmente en el rubro alimentario; que llegan a los países de acogida.

Tercera- La correspondiente a las remesas enviadas a familiares como ayudas para la subsistencia, o la inversión en pequeñas empresas familiares. Estas remesas mensuales, según un estudio realizado, alcanza el orden de los 2,500 millones de dólares anuales, que han ingresado al Perú puntualmente.

Cuarta- El rubro proveniente de las tarifas consulares que han venido recaudando las misiones consulares de todo el mundo, como tasas que pagan los peruanos por los documentos y servicios que se solicitan. Estas bordean los 5,000 millones de dólares anuales, cantidades estas, muy significativas que como sabemos han servido para todo, menos para el desarrollo de nuestro país.
Si pensásemos hipotéticamente cuanto tardarían los peruanos que están en el exterior, en pagar la deuda externa del Perú que asciende a 19,205 millones de dólares, la respuesta sería: en menos de 3 años. Con todo esto no se pretende decir que la emigración externa sea la panacea para resolver los problemas del Perú. Este desarraigo como sabemos ha costado a los peruanos por igual, sudor y lagrimas que muchos no han podido soportar tirando la toalla con prontitud.

El nuevo gobierno tiene que abrir los ojos a la realidad, porque esta silenciosa contribución que vienen realizando los peruanos, debe incidir poderosamente en la economía y ojalá en el desarrollo del país, teniendo el mérito de haber sido quizás, las únicas "divisas limpias" que han ingresado, procedentes del trabajo honrado y sacrificado de los peruanos.

Insisto, el planteamiento de una Ley del retorno, resulta insustancial, incoherente y hasta demagógico. Por el contrario, el gobierno debe poner énfasis en resolver la migración interna producida del campo a las ciudades de forma prioritaria, con lo que la descentralización-regionalización sean los ejes para el desarrollo nacional. La pronta inauguración de la carretera interoceánica favorecerá en la práctica esta propuesta y abrirá la esperanza a esa geografía social alterada mas allá de lo comprensible. Pensar en el retorno de dos millones que viven en Lima, por poner una cifra, de los restantes que viven en condiciones de extrema pobreza, e instalarles en la zona de Madre de Dios por ejemplo, significaría que hay una voluntad política inteligente en el tema descentralizador, evitaríamos así, que solamente Brasil sea el principal beneficiario de esta interconexión fronteriza, pues el sur, la región Colla, podría convertirse a medio plazo, en la esperanza para muchos desesperanzados y en el eje de la política macroeconómica del actual gobierno. Para ellos el presidente Toledo no debe regatear esfuerzos en poner: aviones, autobuses, trenes, que estarían a disposición de esa gran marcha del retorno.

Debemos exigir consecuencia y reciprocidad para con los peruanos del exterior y la mejor forma de realizarlo es reconocer la importancia de este doble rol que cumple la migración externa, valorar su incidencia y resolver las necesidades más sentidas, como son:

Que los convenios bilaterales sean revisados y actualizados de acuerdo a la nueva situación en que se vive. Estos, como el de la libre circulación de personas, han sido burlados o desnaturalizados, por errores u omisiones. Uno de ellos con España por ejemplo, en los que se nos exige visado de entrada, lo que antes era un derecho.
Que el convenio con la Seguridad Social con algunos países en los que se reconoce que los trabajadores que hayan cotizado por un determinado tiempo en la seguridad social peruana, puedan sumar esos años a la Seguridad Social del país de acogida y así tener derecho a la jubilación a los 65 años. Los comprendidos en las leyes 20530 y 19990 no encuentran una respuesta uniforme en el momento de exigir este derecho, por interpretaciones contradictorias tanto aquí como en las oficinas de la avenida arenales de Lima.

En cuanto al convenio de cooperación cultural y educativo se debe democratizar y ampliar las ofertas de becas, cursos de post-grado y maestrías para los profesionales peruanos que deseen realizar estos estudios, abriendo las oportunidades para todos por igual y garantizando una verdadera selección de los postulantes.

En cuanto a la homologación de los títulos profesionales, certificados de estudio y otros documentos procedentes de institutos superiores y universidades peruanas, sean revisados y actualizados, de tal manera que no haya segregaciones de ningún orden y las homologaciones sean garantizadas con un rigor académico y científico, solamente.

Las tasas consulares que están vigentes deben ser modificadas y rebajadas sustancialmente.
Entendiendo que la pequeña y mediana empresa, ha de constituir el motor de la economía peruana en el mediano plazo y teniendo en consideración el flujo de divisas que llega al Perú procedente de la emigración externa, el gobierno debe buscar acuerdos de alto nivel para instalar oficinas bancarias o sucursales del Banco de la Nación en las principales capitales del mundo, con la finalidad de canalizar los ahorros de los peruanos, al desarrollo de la economía peruana. Estas instituciones bancarias diversificarían sus operaciones, facilitando créditos al peruano emprendedor, obteniendo y amortizando estos créditos en el país de acogida e invirtiendo en el Perú, en pequeñas y medianas empresas. Hasta los países mas reacios estarían de acuerdo con estas fórmulas de reactivación de la economía partiendo de los propios peruanos o acaso ellos de forma preponderante intervienen en el mercado de capitales como el BBVA, City Bank, Santander, por decir unos cuantos.
¿Por qué los peruanos no podemos tener nuestro Banco de la Nación en Madrid, Nueva York, Japón o Barcelona?

El Presidente Toledo tiene la palabra.

Barcelona, Octubre 2001
MIGUEL DOMINGUEZ TORREJON
C.A.P. Nº 1465
Miembro del Consejo Consultivo del Consulado en Barcelona

NOTAS :

- Peruanos en Catalunya, Navarra y Aragón:
23,943 inscritos.
- En la comunidad de Madrid: 39,500 inscritos.
- En Consulados Honorarios de Santiago de Compostela,
Bilbao, Palma de Mallorca, Santa cruz de Tenerife, Sevilla, Valencia, Gran Canaria:
7,500 inscritos.
Deuda externa del Perú, de mediano y largo plazo al 21/12/2000: US$ 19,205 millones .

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